LOS CONDUCTORES MERECEMOS RESPETO
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Los cinemómetros son aparatos utilizados para medir la velocidad de los vehículos en circulación.
LOS CONDUCTORES MERECEMOS RESPETO

 Escribe: Karsten Kunckel, Presidente de la Asociación Automotriz del Perú

Durante los últimos 50 años a cientos de miles de conductores se les hacía difícil circular todos los días en forma libre y continua siquiera un breve tramo dentro del límite de velocidad permitido. La probabilidad de llegar a ese éxtasis en horas punta o durante el día era remoto, porque las autoridades, con poco o nada de criterio técnico, tomaron decisiones que han ido impidiendo progresivamente el flujo adecuado de los vehículos. Tenemos rompemuelles sobredimensionados, pistas en mal estado y efectivos policiales empeñados en reemplazar todo semáforo sincronizado.

El resultado no podía ser otro: Caos y congestión ubican a Lima como una de las ciudades más congestionadas del mundo, con lo cual, pocas veces los vehículos que circulan en la Ciudad de los Reyes llegarán a los límites establecidos. El promedio de velocidad en Lima es inferior a 15 km/h y, aun así, siempre hay y seguirá habiendo accidentes todos los días.

Si antes de tomar una decisión para “mejorar el tránsito” en Lima, las autoridades hubiesen analizado las causas de los accidentes, se hubieran dado cuenta, que el 99% de los casos se dan por sobrepasar el límite de velocidad permitido. ¿Creen ustedes que los desadaptados que causan un accidente por exceso de velocidad van a desaparecer porque ahora el límite es 10km/h menor? NO, los únicos perjudicados son los cientos de miles de conductores que sí cumplen con manejar dentro del límite prudente de velocidad y que ahora están expuestos a ser sancionados con las multas más caras (proporcionalmente) del mundo.

Manejar en Lima, dentro del límite prudente de velocidad, no es fácil.  Es usual que en plena avenida te encuentres con rompemuelles que te obligan a sobre parar y volver a acelerar. Es usual que, en esta aceleración, puedas exceder el límite entre 5 a 6 km/h, sin que esto signifique un enorme peligro para el entorno y siempre y cuando, al darte cuenta, reduzcas a velocidad de crucero y ojalá no encuentres otro rompemuelle a los pocos metros. Es triste decirlo, pero éste es el momento justo que aprovechan los fiscalizadores para multar. No colocan los cinemómetros en las vías de alta siniestralidad, sino en las despejadas, en las que toca acelerar después de un semáforo o rompemuelles y donde el conductor no puede mantener la mirada concentrada en el odómetro .

Ante este panorama, ¿qué va a pasar? Lo vemos en el Callao, donde pocos se atreven circular a 60km/h por los radares que todos conocemos, y más bien suelen reducir la velocidad a 50km/h o menos para estar seguros de no ser sancionados. Con el nuevo límite de 50km/h la mayoría preferirá ir a 40km/h; una decisión que conllevará a la reducción considerable del flujo vehicular.

Admito y respaldo los nuevos límites de velocidad, sin embargo, rechazo tajantemente el afán recaudatorio que promueven las autoridades sin medir las consecuencias. Con una multa de S/ 828.00 hasta 2,300.00 resulta ser una actividad muy rentable, en especial para quienes están interesados en el negocio de los cinemómetros y controles de velocidad. Con seguridad, la recaudación ha bajado en los últimos años y los nuevos límites ayudarán a mejorar los ingresos. Estas multas exageradas se prestan a que inescrupulosas empresas de servicios se lleven una buena tajada de lo recaudado, dejen poco a la ciudad y el resto sea transferido a las Islas Caimán.

Es tiempo de exigir nuestros derechos; uno de ellos es que se establezcan sanciones razonables con un rango de tolerancia adecuado, concordante con un estándar mundial. Las multas exageradas, fuera de lugar, conllevan a corrupción y a ralentizar aún más el sufrido tránsito de Lima.  

#losconductoresmerecemosrespeto


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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