La Asociación Automotriz del Perú (AAP), expresa su preocupación por el difícil momento que atraviesa nuestro país, debido a los escándalos por corrupción.

Algunas empresas tienen amenazada su supervivencia, afectando seriamente a sus trabajadores, proveedores, clientes y al país en general al frenar la economía, porque sus directores o ejecutivos son culpables o sospechosos de haber cometido actos delictivos.

Urge que las autoridades competentes, diferencien a la empresa, del funcionario, velando por la permanencia y futuro de la primera, independizándola de la sanción a los responsables del delito. De ser el caso, la empresa podrá ser intervenida y multada, pero sin afectar su funcionamiento.

Por estar más preocupados en el escándalo que en el delito, se está generando más desunión entre los peruanos y estamos perdiendo la oportunidad de crecer con la actual coyuntura económica internacional, que no va a ser eterna.

Por eso, la AAP desea recordarles que las empresas son generadoras de puestos de trabajo, impuestos y riqueza, elementos que le dan futuro a la población de un país. Las empresas, sean públicas o privadas, son más importantes que sus autoridades o funcionarios.