Frente a las difíciles circunstancias que el Perú atraviesa a raíz de la inestabilidad política y social de los últimos días, habiéndose generado diversos actos de violencia injustificada, bloqueos de vías de comunicación y atentados contra facilidades como aeropuertos y oficinas gubernamentales en diversas localidades, la Asociación Automotriz del Perú (AAP) expresa lo siguiente:
- Nos solidarizamos con los millones de peruanos que han visto sus vidas y actividades (laborales, educativas, comerciales) afectadas por grupos de manifestantes que recurren a la violencia alentando la ingobernabilidad, la corrupción y el caos en el país.
- Ratificamos el derecho de los ciudadanos a manifestarse pacíficamente y expresar su rechazo o aprobación a diversas ideas y principios, pero este derecho no puede atentar contra los derechos de los demás.
- El bloqueo de vías de comunicación y las restricciones al tránsito de vehículos y personas es un delito que debe ser sancionado de acuerdo con la legislación vigente, porque afecta a todos los ciudadanos, en especial a los más vulnerables que dependen del libre tránsito, del trabajo diario, de los precios de alimentos accesibles y de la atención médica.
- Hacemos un llamado a todos los actores en esta coyuntura: fuerzas políticas, funcionarios públicos, ciudadanos, autoridades policiales y militares, empresas, líderes regionales y a todos los peruanos y peruanas de bien, a buscar vías de solución a través del diálogo y la concertación.
No podemos dejar que se destruya lo avanzado, que ha costado esfuerzo y sacrificio de todos los peruanos. Las mejoras y cambios deben orientarse a perfeccionar lo bueno y corregir lo malo, siempre dentro de la institucionalidad democrática y la libertad de mercado.
La violencia solo genera más pobreza e inestabilidad, impidiendo el acceso a la educación y al trabajo digno, ahuyenta el turismo y la inversión destruyendo miles de puestos de trabajo. El país necesita paz, inversión y trabajo para genera crecimiento económico y asegurar el futuro de TODOS los peruanos y peruanas, en especial de los más pobres.