La Asociación Automotriz del Perú (AAP), luego de revisar cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI, pudo constatar que el índice de actividad económica nacional volvió a incrementarse en setiembre último como consecuencia de los resultados obtenidos por los sectores Transporte y Almacenamiento, Alojamiento y Restaurantes, Comercio, Construcción, Agropecuario, Servicios prestados a empresas y otros servicios.
Así, de acuerdo con dicho ente estadístico, el índice de la producción nacional mostró una expansión de 1.66% en el noveno mes del 2022 respecto a setiembre del año anterior y levemente por debajo del 1.68% registrado en agosto pasado y menor al consenso del mercado (2%). Asimismo, la AAP indicó que se destaca el buen desempeño del sector “otros servicios”, con predominancia de actividades creativas, artísticas y de entretenimiento, como entradas a conciertos y espectáculos artísticos, juegos de azar y apuestas, actividades de clubes deportivos y de parques de atracciones.
Sin embargo, en la otra cara de la moneda, los sectores Financiero y Seguros, Minería e Hidrocarburos, Manufactura, Telecomunicaciones y Pesca registraron resultados a la baja.
Luego de analizar los principales componentes de la demanda interna, el gremio automotor constató que la inversión en construcción registró un aumento de 3.12% y el consumo de los hogares, reflejado en las ventas al por menor, presentó una variación de 1.72%. Por otro lado, creció la demanda externa de productos no tradicionales en 1.72% (entre ellos agropecuarios, textiles, químicos, metalmecánicos y mineros no metálicos).
Además, la producción nacional entre enero y setiembre de 2022 avanzó a 2.90% y durante los últimos doce meses; es decir entre octubre 2021 y setiembre 2022, presentó un incremento de 3.05%. En tanto, el índice desestacionalizado de la producción nacional en el mes de análisis registró una variación de 0.65%, respecto al mes inmediatamente anterior.
“Asimismo, al analizar la información por actividad económica se tiene que el sector Comercio se expandió 2.07% interanual en setiembre último. Al desagregar dicho resultado, se observa que, el comercio al por menor creció 1.72%, mientras que al por mayor lo hizo en 2.37%. En el caso del comercio automotriz, el crecimiento fue de 0.48%”, incidió la AAP.
Respecto a este último subsector, el gremio explicó que el resultado, obtenido en setiembre último, responde a la mayor comercialización de vehículos livianos (SUV, todoterrenos y camionetas) y pesados (tractocamión, minibús y ómnibus); explicado por estrategias publicitarias, recuperación de los sectores económicos y el crecimiento sostenido del transporte urbano e interprovincial. Sin embargo, la AAP resaltó que la venta de partes, piezas y accesorios de vehículos automotores se contrajo debido al alza en el precio de repuestos como muelles y carrocerías. Similar comportamiento tuvo la venta, mantenimiento y reparación de motocicletas y de sus partes, piezas y accesorios, así como el mantenimiento y reparación de vehículos automotores. Cabe precisar que durante los primeros nueve meses del 2022, el comercio automotriz se ha expandido en 6.68%, porcentaje menor al crecimiento acumulado registrado en agosto (7.57%)”.
“Tal como lo hemos señalado en anteriores oportunidades, si bien la economía nacional registra tasas de crecimiento positivas, las mismas vienen siendo cada vez menores, confirmándose que nos encontramos en un periodo de desaceleración económica. Cabe precisar que, con el resultado de setiembre, el PBI del tercer trimestre solo creció 1.58% a tasa anual, su menor nivel trimestral en lo que va del año (3.81% en el primero y 3.27% en el segundo), con lo que cerraría el año con un crecimiento de alrededor de 2.7%, como lo habíamos proyectado en la AAP”, indicó.
Finalmente, para el gremio automotor, en cuanto al próximo año, existen una serie de factores de riesgos que marcarán un débil dinamismo económico. Del lado interno, la incertidumbre política continuará afectando las expectativas empresariales y de los consumidores, golpeando tanto al consumo privado y la inversión privada. “Es muy probable que el mercado laboral mantenga su tendencia, deteriorándose las condiciones laborales y favoreciendo el aumento del empleo precario, a lo que se suma el aun alto nivel de inflación (que reduce la capacidad adquisitiva de las personas) y al encarecimiento del costo del crédito (por el aumento de la tasa de referencia de parte del Banco Central para controlar las presiones inflacionarias). Por el lado externo, se espera que la economía global también se debilite, debido a las condiciones financieras menos propicias, a la prolongada guerra entre Rusia y Ucrania, y su efecto en la inflación mundial, así como el menor dinamismo de la economía china afectada por su política de Cero COVID”, sentenció.