“Los resultados obtenidos en la venta de vehículos nuevos están dentro de lo esperado, ya que, si bien el consumo privado viene teniendo un comportamiento positivo, al igual que sectores económicos que venían rezagados en su proceso de reactivación; también se aprecia una desaceleración en la demanda interna, principalmente por el magro desempeño de la inversión privada y el menor dinamismo del mismo consumo privado durante el segundo semestre, y que en conjunto explican el menor crecimiento en el nivel de ventas de estos vehículos; además de la base de comparación alta de finales del 2021”, señaló Alberto Morisaki, Gerente de Estudios Económicos y Estadísticas de la Asociación, Automotriz del Perú (AAP) al tiempo de señalar que, de acuerdo con cifras disponibles a octubre de este año, la comercialización de vehículos viene mostrando un comportamiento dispar.
El especialista detalló que, las ventas de vehículos livianos y pesados vienen aumentando, aunque cada vez a una menor tasa, mientras que, en el caso de vehículos menores, motos y trimotos, presentan un desempeño negativo. “Según la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos – SUNARP, se vendieron 13,040 vehículos livianos nuevos en octubre de 2022, con lo que el acumulado de los primeros diez meses del 2022 alcanzó las 133,066 unidades, incrementándose 5.1% respecto a similar periodo del 2021”, acotó Morisaki.
De manera desagregada, dijo, se observa que el mejor desempeño se observó en el grupo de SUV, con 59,081 unidades vendidas hasta octubre último, aumentando en 17.5% a tasa anual. Por su parte, la venta de pick up y furgonetas se situó en 26,465 unidades (+10.3%), mientras que se comercializaron 16,199 (+4.9%) camionetas. No obstante, en el caso de los automóviles, se vendieron 31,321 unidades en el periodo de estudio, cifra menor en 15.0% en comparación con el 2021.
En cuanto a la venta de vehículos pesados, se vienen observando incrementos en los dos segmentos que lo componen. Sobre ese particular, Morisaki explicó que la venta de camiones y tractocamiones se situó en 1,199 unidades en octubre, mientras que en el periodo enero-octubre del 2022 avanzó a 13,014 vehículos, superando en 1.6% el nivel observado en igual periodo del 2021. “Este incremento se debe a la mayor demanda de actividades económicas como construcción, comercio al por mayor, agroindustria y manufactura no primaria, los cuales usan de manera intensiva los referidos equipos de transporte”, indicó.
En el caso de los minibús y ómnibus, se comercializaron 132 unidades en el décimo mes del presente año, llevando las ventas acumuladas durante el 2022 a 2,067 vehículos, cifra que le permitió alcanzar una expansión de 33.6% a tasa anual. “En este caso en particular, el levantamiento de las restricciones que implementó el Gobierno al transporte de personas han permitido que las empresas que operan dentro esa actividad puedan trabajar en toda su capacidad. A ello se ha sumado el aumento de la movilidad y presencialidad de las personas, tanto en centros laborales, educativos, así como turismo y entretenimiento, generándose un alza en la demanda por servicios de transporte urbano e interprovincial”, reflexionó.
Finalmente, la venta de vehículos menores totalizó 27,872 unidades en octubre pasado, mientras que en los primeros diez meses del año se comercializaron 309,235 en total, alcanzando una variación anual negativa de -14.2%. Al desagregar dicho segmento, se observa que la venta de motos se ubicó en 215,910 unidades (-13.1%), en tanto que la venta de trimotos retrocedió a 93,325 unidades (-16.6%). “La demanda de estos vehículos sigue mostrando una tendencia a la normalización, luego del incremento significativo observado en el 2021. Tras el retiro de las restricciones a la circulación de personas y vehículos, la movilidad ha aumentado sostenidamente durante el 2022, y ello ha restado la necesidad de requerir servicios de delivery y entrega a domicilio en locales, factor que había sido determinante en su momento para el crecimiento en la venta de motocicletas, a lo que se ha sumado la reducción de la capacidad adquisitiva de las personas debido al aumento del nivel general de precios, que viene golpeando en mayor medida a los sectores socioeconómicos más bajos”, explicó.
La AAP proyecta, dijo, que para lo que resta del año, la venta de vehículos nuevos continúe por la senda en la que actualmente se encuentra, es decir que en el caso de vehículos livianos y pesados sigan desacelerándose, mientras que en el caso de vehículos menores consideramos que para los siguientes meses se mantendría con caídas similares o levemente menores.
“Para el 2023, el desempeño de las ventas estará ligado a diversos factores. Inicialmente, esperamos que los segmentos livianos y pesados registren tasas de crecimiento bajas, mientras que en vehículos menores proyectamos una caída, aunque de menor magnitud a la del 2022”, señaló Morisaki al tiempo de precisar que, dicho pronóstico se sustenta en el menor dinamismo que registraría la economía local el próximo año, en donde la inversión privada registraría un resultado negativo, y a las menores expectativas de crecimiento de la economía global. Del mismo modo, acotó, el aun alto nivel de la inflación continúa siendo un elemento para seguir de cerca, ya que de no lograr que retroceda en el corto plazo, la capacidad adquisitiva de las familias se verá mermada, afectando el consumo privado, principalmente de bienes duraderos, a lo que se sumaría el proceso de precarización del empleo.
Finalmente, refirió, la producción mundial de vehículos durante el 2023 estará influenciada por el deterioro del dinamismo de la demanda global, como consecuencia del aumento de los costos de financiamiento, la alta inflación en todo el mundo y a la mencionada menor expectativa de crecimiento, y eventuales problemas en la cadena global de suministros.