La economía nacional registró en mayo de 2022 un nuevo incremento, aunque a menor ritmo respecto al mismo mes del año pasado, informó la Asociación Automotriz del Perú (AAP) luego de revisar cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
El ente estadístico informó que la actividad económica anotó un crecimiento de 2.28% a tasa anual en el quinto mes del presente año, por debajo del 3.69% reportado en abril pasado. El avance fue explicado por el desempeño positivo de los sectores Alojamiento y Restaurantes, Agropecuario, Transporte y Almacenamiento, Comercio, Manufactura, Telecomunicaciones y Otros servicios; sin embargo, otros sectores productivos mostraron contracción como Minería e Hidrocarburos, Financiero y Seguros y Pesca. Asimismo, el INEI sostuvo que este resultado tiene como base de comparación mayo de 2021, mes en que el indicador fue significativamente alto debido al rebote estadístico ante mayo 2020 con confinamiento total y suspensión temporal de la mayoría de las actividades productivas.
Desde la AAP, se precisó que, según principales componentes de la demanda interna, la inversión en construcción registró aumento de 0.24% y el consumo de los hogares, reflejado en las ventas al por menor, presentó una variación de 1.76%. Por otro lado, creció la demanda externa de productos no tradicionales en 7.55%, entre ellos agropecuarios, textiles, químicos, metalmecánicos, siderometalúrgicos y mineros no metálicos.
En tanto, la producción nacional en lo que va del año a mayo de 2022 ascendió a 3.48% comparado con similar periodo del 2021 (por debajo del 3.80% observado al mes de abril) y durante los últimos doce meses, junio 2021-mayo 2022, presentó un incremento de 6.87% (inferior al 9.88% registrado en el anualizado a abril de 2022). Por último, el índice desestacionalizado de la producción nacional de mayo registró una variación de 1.39% respecto al mes inmediato anterior.
Al desagregar la información por sector económico, el gremio automotor resaltó que el sector Comercio se expandió 2.83% interanual en mayo último, debido al crecimiento del comercio al por menor en 1.76%, comercio al por mayor en 2.42% y comercio automotriz en 10.35%.
Respecto a este último subsector, para la AAP este resultado se debe por la mayor comercialización de vehículos livianos (camionetas todoterreno, pick up, furgonetas, automóvil), pesados (camión y tracto camión) así como minibús y ómnibus, asociados a la recuperación de la actividad económica y la demanda del sector minería, transporte y turismo. También aumentó el mantenimiento y reparación de vehículos automotores por mayor demanda de servicios de cambio de repuestos y neumáticos. Por otra parte, el gremio indicó que disminuyó la venta de partes, piezas y accesorios de vehículos automotores, vinculada a menores importaciones por el alto costo de flete; asimismo la venta, mantenimiento y reparación de motocicletas y sus partes, piezas y accesorios registró disminución.
“Esperamos que la actividad económica registre un crecimiento moderado en los siguientes meses. Algunos sectores que venían rezagados en cuanto a recuperación tras las primeras olas de la pandemia continúan mostrando significativas tasas de crecimiento, como Hoteles y Restaurantes y Transporte; sin embargo, actividades importantes como Minería, vienen reportando un desempeño negativo, debido al aumento de la conflictividad social en el país. Prueba de ello fue la paralización de las operaciones productivas de Las Bambas en mayo”, acotó la AAP.
En ese sentido, agregó el gremio, en lo que resta del año las autoridades deben resolver de manera eficiente dichos conflictos, los cuales podrían incrementarse si es que las presiones inflacionarias al alza se mantienen. Asimismo, ante el aumento de contagios por Covid-19, el Gobierno deberá hilar fino y proponer estrategias que contengan un desborde de contagios (promover con mayor énfasis la vacunación, facilidad de acceso a pruebas de descarte) sin afectar el dinamismo económico (no confinamiento ni cierre de actividades). Además, es importante que tanto el Gobierno como el Congreso asuman de manera responsable sus respectivos roles, ya que la confrontación continua entre ambos poderes del estado genera mayor incertidumbre entre los agentes económicos, perjudicando las expectativas de inversión y consumo privado.